Una de las dudas más comunes antes de someterse a una sesión de depilación láser es si el tratamiento resulta doloroso. Es comprensible que surjan estas inquietudes, ya que la idea de aplicar energía a la piel puede generar cierta aprensión, la mayoría de las personas describen la sensación como una serie de pinchazos o el chasquido de una goma elástica. Aunque puede ser un poco incómodo, la mayoría de los pacientes lo toleran bien. La depilación láser no tiene por qué ser una experiencia dolorosa. Con la tecnología actual y las técnicas adecuadas, es posible realizar el tratamiento de forma cómoda y segura. Si tienes dudas o temores, no dudes en consultar con un especialista que te informará y asesorará de manera personalizada.