La depilación láser, si bien es un procedimiento efectivo para eliminar el vello no deseado, requiere de cuidados especiales, especialmente en zonas sensibles. Tras una sesión de láser, la piel queda expuesta y delicada, por lo que es fundamental hidratarla constantemente con productos suaves y sin perfume. Además, es crucial protegerla de la radiación solar con un protector solar de amplio espectro y evitar la exposición directa al sol. La ropa holgada y de algodón favorecerá la transpiración de la zona y evitará rozaduras. También es importante evitar el uso de productos irritantes, como exfoliantes o perfumes, y no rascarse ni frotar la zona tratada. Siguiendo estos sencillos consejos, podrás acelerar la recuperación de tu piel y disfrutar de los beneficios de la depilación láser sin complicaciones.